jueves, 4 de febrero de 2016

Barça 7-0 Valencia




Si marca goles incluso cuando juega entre mal y regular, no hace falta ni preguntar qué es lo que hace Luis Suárez en noches inspiradas como la que tuvo ayer ante el Valencia, en la ida (y vuelta, ya puestos) de las semifinales de la Copa del Rey. Cuanto más definitiva es la cita, más imán tiene el uruguayo para ser decisivo. Su instinto despierta contra grandes rivales.

Anoche tardó apenas seis minutos en agujerear la meta de Ryan después de una transición conducida por Neymar. Poco después, tras una enorme jugada en estático de Busquets y Aleix Vidal, repitió ante el desconcierto valencianista y puso en marcha la apisonadora de un Barça que encargó su tercera final de Copa consecutiva. Y en la segunda parte, poco antes del pitido final, cerró la goleada con un cabezazo y un derechazo de primeras. Con los cuatro de ayer, Suárez ya suma 35 goles esta temporada, tres más de los que convirtió Romário en la 93-94. Tendrá tiempo para seguir con su particular fiesta. Apenas empezó el mes de febrero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario